domingo, 27 de diciembre de 2009

Citas (II): Memento

Tengo que creer en un mundo que existe fuera de mi cabeza. Creer que mis actos tienen algún significado. Aunque yo no los recuerde. Tengo que creer que, cuando mis ojos están cerrados, el mundo sigue ahí.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Magia Disney

Se me podría acusar de infantil por un título como éste, pero el otro día demostramos que no sería justo, pues no hay una sola persona, mayor o pequeña, que pueda resistirse ante un poco de magia. No tengo muy claro en qué cuarto se encendió la mecha ni a manos de quién pero, en un par de horas la llama recorría todo el pasillo atravesando distintos mundo de bolsas de basura y cartón. Agraba, El País de las Maravillas, Nunca Jamás, el fondo del mar y un castillo tenebroso fueron el escenario, y un montón de universitarios a los que no les apetecía crecer esa tarde, sus protagonistas. Un poquito de cerveza, otro poquito de música, polvos mágicos y a volar para ver desde lo alto un montón de caras expectantes. Creo que no se puede pedir más que, encima, recibir felicitaciones por pasar una de las tardes más divertidas del año.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Nieva

Tanto hablar estos días de lo rápido que pasa el tiempo, de lo mayores que somos y de las cosas que hemos dejado atrás (hechas o no) para que hoy nada importe. En un día como hoy da igual los años que tengas y los problemas y preocupaciones que te hayan mantenido distraído esta semana. Hoy todo el mundo sonríe y esté donde esté mira de vez en cuando a la ventana, tan de vez en cuando como se lo permitan sus obligaciones. Ha caído la primera nevada del invierno y parece que hoy a la gente le importa que haga frío mucho menos de lo que le importaba ayer.

Me gusta ver gente de veinte años correr a una ventana, entrar a clase gritando que está nevando y mirar con deseo la poca nieve que ha cuajado sobre el capó de los coches. Me gusta ver a la gente corretear y saltar para cazar copos al vuelo, siendo niños o no, sin ninguna vergüenza de parecer infantiles pero, todavía me gusta más mirar a las personas que caminan bajo su capucha haciéndose los indiferentes cuando yo sé que en el fondo están tan emocionados como una muñeca pepona de ocho años.

Me gusta que nieve para poder yo también comportarme como un niño que salta en los charcos, hace ángeles de nieve, lanza bolas a todas partes y vuelve a casa empapado pero, el nuevo color blanco de la hierba no debe hacerme olvidar que seré yo la que tenga que secar luego la ropa.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Quiero

Quería.

Lo malo de poner a alguien en tu centro es que te lo encuentras hasta en las palabras, rodeando las letras, en los puntos suspensivos de las frases inacabadas. Te lo encuentras en las maletas que dan vueltas sobre la cinta transportadora de un aeropuerto, sobre el montón de cosas que dejas sobre la mesa, te lo encuentras en los zapatos con los que te tropiezas al levantarte. Cuando pones en tu norte a alguien que lo gobierne ves sus ojos hasta en el reflejo de la sopa, en la tapa de la mermelada; está en cada paso que das y en cada huella que pisas. Lo malo de regalarle días enteros es que tu noviembre se termina sin haber apenas comenzado, que los domingos desaparecen con una cruz del calendario. Lo malo de todo esto es que el mes de diciembre siempre termina llegando y el frío termina por conjugar el verbo querer en pasado.



Una vez leí esto por ahí, algunas veces lo releo, otras veces lo recuerdo pero demasiadas veces lo pienso.

Expresaste lo que sienten todas aquellas personas que saben lo que es querer ver una cara nueva en la sopa, desear que alguien diferente te deje sin dormir e incluso que te haga daño, alguien nuevo por quien llorar para no aburrirse.

Espero que podamos brindar al acabar el mes por todas esas personas, por ti, por mí, y sobre todo por nosotras porque como ya te dije nadie a quién no importemos merece que perdamos tanto tiempo con su nombre en la cabeza, nadie. Por lo difícil que es y por lo tontas que somos, por una sopa con un sabor nuevo, por un enero, un febrero y un marzo con otro nombre y por la conjugación en presente del verbo querer.


Gracias por leerme la mente tan a menudo.

(El texto titulado Quería lo he robado del blog de la chica de los ojos negros:
http://mermeladadem0ras.blogspot.com/
No es porque sea amiga mía pero deberíais leerlo).

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Llueve sobre mojado

Tantas ganas de hablar y tantas cosas que decir a tanta gente que mi cabeza no es capaz de soltar ni una sola frase clara y mucho menos relacionar dos.

Diciembre se me ha echado encima para enseñarme lo rápido que pasa el tiempo y no me había dado cuenta hasta ahora. No hablo sólo del trimestre que ya ha volado. Tercero de carrera. Veinte años. Mucha gente, muchas palabras y poco tiempo, y por si esto fuera poco caótico demasiadas fórmulas. Cosas que hacer que se acumulan, cosas que decir que no se dicen porque se dejó pasar el momento pero que siguen ahí y cosas nuevas que llegan y caen sobre las otras.

Todas las ideas que pasan por mi cabeza últimamente pueden resumirse en una frase que he usado no precisamente poco estos días: "Qué jóvenes éramos". Más o menos felices pero sin duda menos preocupados, más inocentes y sobre todo más jóvenes.

No pretendo que os veáis arrugas la próxima vez que os miréis al espejo. No es necesario. A mí me vale con mirar a mi alrededor para ver que cada vez son más las cosas que se quedan a medias y cada vez menor el tiempo que tengo para dedicarme a ellas.

Prometo una actualización más ordenada sobre algo concreto pero tengo demasiadas empezadas que todavía no dicen nada y mi cabeza últimamente sólo mira con nostalgia hacia atrás deseando que le dé tiempo de secarse antes de que vuelva a llover.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Citas (I): El Principito.

Si uno se deja domesticar, corre el riego de llorar un poco...

miércoles, 21 de octubre de 2009

Bailemos

Algunas veces ocurre que quieres decir cosas pero crees que es muy tarde. El problema es que mientras te lo piensas el reloj sigue corriendo y con él esa sensación crece y todo se hace más difícil. Una vez me ocurrió y, escondida tras un escudo de papel, escribí en vez de hablar. Qué fácil y qué difícil es agarrar un teléfono con fuerza...

¿Escribir?, ¿para qué? Solamente para hacer un “Guardar como” y enterrar esas palabras nunca dichas con una ligera sensación de mejora sólo por haber sido capaz de expresarlas.

Al final lo superé, todo quedó dicho con un pelín de ayuda del tequila. Dicen por ahí que más vale tarde que nunca así que tú sabes que esto es tuyo, que lo siento y que quiero bailar contigo.

sábado, 10 de octubre de 2009

I miss you

Creces, maduras, cumples años, vives lejos de tus padres, ya no estudias filosofía por obligación, no vuelves a las cuatro a casa pero un día en el cuarto que tú misma has desordenado y decorado a tu gusto, sentada sobre una silla que tú te has comprado en Ikea te das cuenta de que los dieciséis años te persiguen. Entre las cuatrocientas y pico canciones que has puesto a sonar aleatoriamente un poco hasta los cojones de la publicidad de Spotify suena Blink-182 y te das cuenta de que podrías seguir incluyendo I miss you entre tus canciones favoritas. De hecho te das cuenta de que te sigue poniendo la carne de gallina...



Lo dicho…

miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras.

Igual que a una palabra no debería frenarla un muro, ni a una idea destruirla una bala, a una mente brillante no debería sugetarla el dinero.


(Esto es parte de una iniciativa contra el recorte del presupuesto del I+D que comenzó en twitter y se extiende por los blogs a gran velocidad. Para saber más leer aquí.)


jueves, 17 de septiembre de 2009

Match Point

“Aquel que dijo más vale tener suerte que talento, conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuantas cosas se escapan a nuestro control. En un partido hay momentos en que la pelota golpea el borde la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacia adelante o caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue adelante y ganas o no lo hace y pierdes.”


Últimamente todas las pelotas que juego caen hacia atrás...


lunes, 7 de septiembre de 2009

Caro regalo...

A falta de menos de una semana para terminar los exámenes y para poder decir a gusto “lo hecho, hecho está”, siento una extraña necesidad, necesito algo que nadie puede darme estos días y que cada vez me parece más una carencia importante, una necesidad vital.
Necesito tiempo, pero tiempo en blanco para pintorrojearlo como yo quiera. Horas y horas sin obligaciones para poder hacer nada sin remordimientos. Un par de tardes enteras, vacías, para poder perderlas sin compromiso. Tiempo para poder leer, escribir, ver la tele, escuchar música, dormir, mmm, dormir, sobre todo dormir y mirar a ninguna parte con la mente completamente en blanco (especialmente sin potenciales ni peonzas).

Me gusta hacer cosas pero a veces uno siente la necesidad de no hacer cosas y después de un tiempo haciendo lo que tenía que hacer necesito tener que no hacer hasta aburrirme de ello, hasta que me duelan los riñones de estar tirada.

Supongo que a nadie le sobran un par de horas para regalármelas. Caro regalo, el tiempo, pero dentro de unas ciento y pico horas más estrujando mi cabeza voy a tener un puñadito de ellas para mí (espero que sea un saco más que un puñadito), para hacer lo que más me apetece hacer, nada.

viernes, 21 de agosto de 2009

Personajes (I): Leonard Matlovich.

Puede que algún día me dé por hacer una colección de historias reales de personas dignas de ser conocidas. Ayer, curioseando sobre el Vietnam (curiosidad fruto de haber visto El cazador de Michael Cimino), encontré la historia del sargento Leonard Matlovich, expulsado del ejército norteamericano en 1975 por confesar su condición homosexual. Estoy segura de que no fue el único que sufrió este tipo de discriminación pero lo que me llamó la atención fue el epitafio que dejó en su lápida en el Congressional Cemetery de Washington D.C.

"Cuando estuve en el ejército me dieron una medalla por matar a dos hombres y me expulsaron por amar a uno".

lunes, 17 de agosto de 2009

=D

Sólo algunas cosas pueden hacerte sentir mil cosas a la vez y unas tan distintas de otras que incluso parece absurdo. Emoción y nervios frente a seguridad y confianza, enfado y quince segundos después alegría, desesperación e incluso ganas de venganza y todo ello aliñado con un agradable dolor de garganta. Gracias por ser esas cosas, por haberlo sido y por haber vuelto a serlo este fin de semana.

Y enhorabuena hijos de puta ;)

martes, 11 de agosto de 2009

¡¡Una ración de fotolog marchando!!

Aunque la idea de que esto parezca un fotolog no me gusta demasiado a veces hay gente por ahí que se merece que hagas ciertas cosas. De vez en cuando es importante recordar que aunque el señor tuenti nos diga que tenemos cuatrocientos y pico amigos, los de verdad pueden contarse con los dedos de la mano y estoy segura de que estarías ahí aunque sólo tuviese tres dedos, así que nena, muchas felicidades.


Primero fueron juegos de princesas, las meriendas de los jueves, alguna que otra trastada... Luego empezaron las borracheras, los cotilleos, las confesiones y cada vez menos horas pero más intensas. Recuérdame brindar en el próximo hidalgo fautsinero, aunque nos siente como una patada al estomago, porque sean muchos años más así o incluso mejor.


Esta foto supongo que no está en la lista negra de fotos que tenemos durante la etapa dura de nuestras vidas, jeje, así que, lo dicho, muchas muchas felicidades y a disfrutar de lo que nos queda de verano.


Disfruta de las vacaciones guapa, un besito y que cumplas muchos más.

jueves, 30 de julio de 2009

Un duendecillo con nombre de bruja

Os voy a contar una cosa que me pasó una vez hace menos de dos años. No recuerdo la fecha pero hacía frío (en todas partes menos en su cuarto). Hacía ya unos días que cuando andaba a mi bola por el pasillo me cruzaba con un duendecillo. Era un duendecillo muy bonito pero estaba triste. Los primeros días pensé que se le pasaría pero cada día se borraba más su sonrisilla y se hacía más pequeñito. Aquella noche no sé que pasó pero no quería verle llorar más, era demasiado pequeño y podía ahogarse así que lo levante del suelo y le pregunte qué le pasaba. Fueron seguro unas horas pero se me hicieron minutos. El duendecillo abrió su corazón como parecía que hacía mucho tiempo que no abría pero lo que empezó como un monólogo en el que yo sólo asentía se convirtió en un intercambio de problemas. Cuando decidió hablar conmigo no lo sabía pero le entendía mucho mejor de lo que pensaba. Aquello significó un antes y un después. Descubrí que el duendecillo también sabía sonreír y que era mucho más bonito que cuando lloraba. Desde entonces he pasado más de una tarde y más de una noche con él pero enseguida supimos transformar las lagrimas en cerveza. He aprendido muchas cosas con él pero hay algo que todavía no llego a entender. ¿Cómo puede caber en un cuerpecito tan pequeño una persona tan grande?

Recuerda que felices somos mucho más guapas y que nadie puede con nosotras.

Yo quiero contigo TODO, que no se te olvide, enana.

martes, 14 de julio de 2009

Nuevo intento de mantener esto en funcionamiento

Algún día había que reiniciar esto y hacerlo era uno de mis propósitos de verano así que aquí estoy. Los propósitos son más propios de Navidad. Al verano le pegan más las vacaciones, la piscina, el calorcito (de esto no falta)... aunque en esta época en que vivimos (y no me refiero a la de la crisis, sino a la de la universidad), meses como septiembre, octubre y febrero se parecen más a los junio, julio y agosto que conocimos.

Este verano pinta especialmente pobre. Echo un vistazo hacia el frente y sólo veo mecánica y termo, termo y mecánica. Nada de vacaciones familiares, la salida más lejana a Burgos y como mucho tres días de fiestas de Calahorra.

Parece ser que mis vacaciones terminaron el 10 de julio cuando volví de Tarazona, pero este año hasta el campus ha sido corto. A pesar de todo me atrevo a afirmar que salvo sorpresas inesperadas esos seis días han sido los mejores del verano.

Cada año aprendes algo, unos años de los propios niños, otros del resto de monitores y otros del propio lugar. Este año me he dado cuenta de que, aunque a algunos os cueste reconocerlo ;) , nos hacemos mayores (si preferís podemos llamarlo crecer). No recuerdo muchos veranos sin campus y tengo muy pocos recuerdos malos de esos días y de toda esa gente. A la mayoría os he visto llegar y volver; a otros, llegar y marcharse y, a algunos os he visto desde el otro lado. Algunos entrasteis conmigo, y unos pocos formáis parte de todo aquello mucho más que yo y podéis obligarme a confesar que yo también lloraba cuando se acababa. Con todos vosotros he compartido algo y con algunos he compartido mucho, entre otras cosas, las ganas de un segundo turno YA!

Como estaba moralmente obligada a escribir y últimamente no tengo en la cabeza más que campus campus y campus (la mecánica no ha conseguido aún abrirse un hueco) aprovecho para daros las gracias a todos por estos 10 días y por todos los de años anteriores, para deciros que os echaré de menos este verano y que hasta estudiar era divertido en la oficina y para aseguraros que el primer fin de semana que pase en Zaragoza en septiembre organizaré por lo menos una visitilla al Chiribito (puede ser con cena previa y posterior “lo que surja”).
Por último, a las que se marchan y se pasaron el último día llorando decirles que no se preocupen, que yo también pasé por eso y que si de verdad se quiere, al final se vuelve y que como es de suponer, cada año es mejor.
Lo dicho, gracias.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Un comienzo como otro cualquiera

Bueno, esto empieza así. Podía haber sido otro día y de otra forma pero después de meses diciendo que iba a empezar a escribir un blog ha sido hoy. El porqué es confunso ya que con la vergüenza que me da escribir (que la gente lo lea, más bien) no sé si esto será útil o estará abandonado dentro de un mes. También puede que el porqué se llame Elisa. No sé exactamente si tiene la culpa de que lo haga o lo he hecho gracias a ella, pero ya está hecho. Bueno, lo último seguro, si no esto sería morado ;)

La función de esta "pizarra" es aprovechar todo lo que pase por mi cabeza. A todos nos pasa que alguna vez se nos ocurre algo que podría llegar a convertirse en una gran historia o sólo en un par de parrafos llenos de reflexiones absurdas pero dignas de leer. Por culpa de ese gran pecado propio de gente de mi edad (y me refiero a la pereza, no a la lujuria) esas ideas se pierden. Un bolígrafo y un trozo de papel podrían salvarlas de su terrible destino pero nos cuesta demasiado esfuerzo. La idea es convertir esto en un cajón donde acumular todas esas ideas (todos sabemos que teclear da menos pereza que escribir) y evitar que mueran para siempre.

Como ya he dicho es sólo un intento. No prometo regularidad ni constancia, y mucho menos que algo de lo que vaya a soltar aquí merezca la pena pero cuando imagino un horrible desván oscuro lleno de un montón de ideas desvaneciéndose me entran muchas ganas de escribir.