Algunas veces ocurre que quieres decir cosas pero crees que es muy tarde. El problema es que mientras te lo piensas el reloj sigue corriendo y con él esa sensación crece y todo se hace más difícil. Una vez me ocurrió y, escondida tras un escudo de papel, escribí en vez de hablar. Qué fácil y qué difícil es agarrar un teléfono con fuerza...
¿Escribir?, ¿para qué? Solamente para hacer un “Guardar como” y enterrar esas palabras nunca dichas con una ligera sensación de mejora sólo por haber sido capaz de expresarlas.
Al final lo superé, todo quedó dicho con un pelín de ayuda del tequila. Dicen por ahí que más vale tarde que nunca así que tú sabes que esto es tuyo, que lo siento y que quiero bailar contigo.
¿Escribir?, ¿para qué? Solamente para hacer un “Guardar como” y enterrar esas palabras nunca dichas con una ligera sensación de mejora sólo por haber sido capaz de expresarlas.
Al final lo superé, todo quedó dicho con un pelín de ayuda del tequila. Dicen por ahí que más vale tarde que nunca así que tú sabes que esto es tuyo, que lo siento y que quiero bailar contigo.