lunes, 27 de diciembre de 2010

Que ser valiente no salga tan caro.

Hoy, un maestro (el de casi siempre) me ha recordado que estáis ahí y quiero que hoy el brindis sea por todos vosotros. Un brindis por los valientes, por esos que sonreís a toda costa incluso cuando a toda costa sería demasiado para cualquier persona. Por los que cuando caéis os levantáis más rápido que nadie para tender todas las manos posibles y ayudar a levantarse a los demás. Esos a los que a veces os gustaría tener cien brazos para abrazar a todo el que os rodea sin daros cuenta de que también necesitáis un abrazo, o dándoos cuenta, pero decidiendo darlo vosotros antes porque sabéis que sois más valientes y creéis que el vuestro siempre puede esperar.

Hoy me apetece abrazaros a mí porque estoy orgullosa de vosotros, porque os he visto ofrecer esas manos y dar esos abrazos y valen más que ninguno y porque además, más de una vez los he recibido yo. Porque ser valiente es difícil y es cierto que a veces sale caro pero lo que es seguro es que ser cobarde no vale pena. Porque os merecéis que el fin del mundo os pille bailando y porque no dejaré que el maquillaje (ni nada en el mundo) apague vuestra risa.

Gracias por existir.