Ayer miré alrededor, a mi derecha y a mi izquierda, arriba y abajo, y vi a la gente crecer. Unos acaban la carrera, otros el bachiller y otros trabajan. Unos se marchan y otros se quedan a llevar a cabo sus grandes planes. Algunos se van al extranjero mientras otros vuelven a casa y otros tantos simplemente viajan. Están los que han crecido demasiado, los que ya cambian pañales y los que me hablan de la universidad mientras yo les compro un chupachups. Algunos con alguien y otros con todos pero ninguno quieto mirando lo que hacen los demás. Ninguno. Ya no quiero estar parada soñando, ahora quiero seguir las flechas azules.
El discurso que pudo haber sido
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3 de octubre de 2017. 21 horas. España se encuentra inmersa en la mayor
crisis política y social de toda su democracia tras el desafío
independentista de u...


Tendrás que explicarme que son las flechas azules, tal vez no me gustan las flechas y menos las azules.
ResponderEliminarNo te quedes parada, pero sobre todo nunca dejes de soñar.
Soñar despierto y andando es sin duda la mejor opción. Unete al club, pronto seré presidente y montaremos unos festivales baquicos de agarrate y no te menees (bueno, igual un poco de meneo sí)
ResponderEliminarPuedes dejar de soñar, pero sólo si es porque tus sueños se han hecho realidad. Si esas flechas azules te conducen a ello, síguelas.
ResponderEliminarÁnimo Ana :)