miércoles, 11 de agosto de 2010

Soy mayor.

Todavía hago pulseras de lana y tengo una infinidad de muñecos sobre la cama pero soy mayor. Sigo jugando con mi hermana pequeña pero ya no a las muñecas. Retraso todo lo posible el momento de hacer la cama y protesto cuando mi madre pone lentejas para comer pero he crecido. Sigo yendo a los mismos sitios que cuando tenía quince años y con la misma gente e incluso sigo bebiendo la misma cerveza y el mismo calimotxo que entonces. Podría decirte de memoria muchísimos diálogos de películas de Disney e incluso cito algunas frases cuando alguien dice palabras clave como conquistador, peligro o borrego, y he esperado con más ansia que ningún niño el estreno de Alicia o Toy Story 3 pero las cosas son diferentes. Aunque pueda ver lo que me rodea como un juego de niños, lleno de personajes, decisiones e historias y, por supuesto, un poquito de azar, sé que yo decido, que yo pongo las normas. Sobre todas esas pruebas, preguntas, verdades, atrevimientos y besos, ahora que soy mayor, yo tengo la última palabra y si no quiero, si no me gustan tus normas, no juego. Hay muchos juegos y muchos niños con los que jugar.

3 comentarios:

  1. Somos como Peter Pan, no queremos crecer ^^

    PD: Vale niño malo, ¡¡pero no más rebaaaaaajas!!

    ResponderEliminar
  2. Adulto atrapado en un cuerpo de niño.

    PD: Precioso texto.

    ResponderEliminar